EDITORIAL | Los pasos a nivel deben desaparecer por cuestión de ley

Adif promete acometer en los próximos meses la supresión de una veintena de pasos a nivel en la provincia, una medida que viene prácticamente dada por las obras ya previstas de la variante de Pajares y del tramo León-La Robla —a excepción de dos, en Magaz de Cepeda y en Ponferrada, que están incluidos en un plan que culmina en 2024—. La red ferroviaria mantiene aún en activo en León más de un centenar de pasos, 60 de ellos considerados especialmente problemáticos, y la cuestión es que todos ellos deben desaparecer por imperativo legal. Según se estipula en la Ley del sector ferroviario aprobada en 2015, en su artículo 8, los administradores generales de infraestructuras ferroviarias y las administraciones públicas con competencia en materia de carreteras deben proceder a la supresión de los pasos a nivel existentes. De hecho, cualquier estructura similar que se implante desde la entrada en vigor de dicho texto legislativo debe ser con carácter excepcional, por causas justificadas y desde luego, provisional y por el tiempo «estrictamente necesario». La pregunta es cuánto tiempo va a tardar Adif en cumplir la normativa y suprimir de forma definitiva la maraña de pasos a nivel que siembran esta provincia en un número que duplica o triplica el que existe en otros territorios —Cuenca, por ejemplo, tiene 53 y Valladolid, 35. No hace falta recordar que la principal causa de accidentes en el sector ferroviario se debe a estos accesos y que su desaparición salvará decenas de vidas.