EDITORIAL | Cámaras en la escuela, solución polémica
La propuesta de la Fiscalía para instalar cámaras en los centros escolares con el objetivo de perseguir los delitos ha recibido la respuesta contraria desde todos los ámbitos del sector de la educación. Los recelos son lógicos porque la intimidad y privacidad de las personas, y más si se tiene en cuenta que se trata de menores, forma parte de la estructura constitucional española. Perseguir los delitos y de manera especial el prevenirlos tiene que estar también entre las prioridades de una sociedad democrática. Pero lo cierto es que todo tiene que apuntarlarse en una mejor educación de las personas, en un impulso a los valores y al respecto que lamentablemente no pasa por su mejor momento. Reforzar la autoridad del profesorado y castigar de verdad a los infractores sería una buena fórmula para ganar eficacia punitiva.