Editorial. Eficacia en la lucha contra un acoso escolar a erradicar
El acoso escolar es un mal que lamentablemente se ha enquistado en España y que plantea muchas complicaciones a la hora de abordarlo. Parece obvio que la prioridad es la defensa de la víctima, con todos los medios al alcance. Nadie tiene que sufrir injusticias y menos si cabe los pequeños y en un lugar que tiene que ofrecerles todas las garantías como es la escuela. Y también resulta imprescindible el que existan fórmulas de castigo, porque sólo con el temor a las consecuencias es como el ser humano apuesta por descartar el mal. El monopolio de la fuerza es un elemento clave en la Democracia y la impunidad sólo es fuente a corto, medio y largo plazo de nuevas injusticias. Ahora una madre denuncia la situación de su hija en un colegio de León, que se ve obligada a abandonar animada por la médico que la ha atendido. El caso tiene cierta polémica porque la Dirección Provincial de Educación defiende que en el centro escolar se aplicó el protocolo y no se comprobó la existencia del conflicto que alega la familia. Pero tras una primera negativa se ha facilitado ese traslado de centro que se hará efectivo este viernes. Más allá de este caso resulta imprescindible que las autoridades se involucren de manera más decidida en este conflicto del acoso y atiene en materia de prevención y diseñando protocolos que sean eficaces.