EDITORIAL | Recorte sanitario sin precedentes para los pueblos

Apenas cien días después del inicio de la legislatura, la Consejería de Sanidad ya está desvelando sus cartas acerca de cómo se desarrollará la atención sanitaria en las zonas rurales de ahora en adelante con una propuesta que, a priori, no parece que vaya a favorecer la pervivencia de los pueblos. Más bien al contrario. En línea con la fusión de municipios que el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, ha apuntado ya en varias ocasiones, y que tan mala acogida ha tenido entre ayuntamientos, diputaciones y partidos de la oposición, la estrategia será la de unificar la prestación de servicios en zonas más habitadas para que los residentes de las localidades con menos población se vean obligados a mudarse si no quieren desplazarse para realizar cualquier gestión. De las primeras impresiones que ha recogido este periódico en las cabeceras de comarca y en la Diputación se desprende que el plan de choque sanitario no va a ser bien recibido, más aún en un momento en el que el inconformismo va ganando terreno en el mundo rural. Se espera un otoño calentito ya que, pese a los intentos de la Junta de negar la evidencia, lo cierto es que tras suprimir la atención médica, el segundo paso será el de cerrar los consultorios, lo único que les falta por ver después de quedarse sin bancos, escuelas y colmados. Lo paradójico es que, mientras se planea este recorte sanitario sin precedentes, esta misma semana se aireen inversiones millonarias para implantar la banda ancha en todo el territorio rural. Será para que las piedras tengan buena cobertura...