EDITORIAL | Llegan también las ‘laponias’ monetarias

El desierto poblacional contra el que todos dicen estar muy concienciados y diseñando medidas tiene unos efectos innegables que se manifiestan en múltiples frentes. La carencia de servicios, empezado por un internet razonable, es hoy la mejor invitación a marcharse que reciben cada día los últimos supervivientes del mundo rural. En los pueblos falta de todo. Y difícilmente pueden competir en calidad de vida ni ayudan a convencer los padres a sus hijos para que no se sumen a este goteo imparable de quienes optan por trasladarse a las ciudades.  

Ayer, el Banco de España, reconocía en León que en muy poco tiempo será evidente el problema de la falta de efectivos en los pueblos por el cierre de las sucursales bancarias. La provincia es la segunda de España en número de personas afectadas por esa ‘laponia’ monetaria, con 72.000 personas que no tienen acceso a una oficina. Probablemente estamos a tiempo de que en el imprescindible Pacto de Estado contra la despoblación se incorpore este tema clave.