EDITORIAL | Oportunidad para resolver el caos que arrastra Gersul

La ingente deuda acumulada por el consorcio que gestiona el centro de tratamiento de residuos (CTR) requiere una solución urgente y definitiva. Un problema tan concreto no puede seguir agravándose por la inacción de unos y otros. Las elecciones locales de mayo favorecen un mapa político monocolor en la provincia que debería eliminar cualquier tipo de acción más allá de la búsqueda de lo mejor para la ciudadanía. La Diputación reunirá en una cumbre provincial a los tres grandes ayuntamientos leoneses para conseguir un acuerdo que dé salida a los más de 23 millones de euros de pasivo que se ha acumulado a lo largo de los años de gestión de Gersul. Tanto la institución provincial como los municipios de León, Ponferrada y San Andrés del Rabanedo tienen gobiernos del PSOE. La situación parece propicia para que se busque un acuerdo con fluidez y sin mayores reparos que no pasen por que cada uno, en su más legítima postura, defienda los intereses particulares de cada una de sus instituciones.

El conflicto de Gersul, como ocurre con la red de parques de bomberos o las competencias impropias, son heridas abiertas que se han convertido en cicatrices perennes en la gestión de la Diputación sin que se haga lo necesario para acabar con ellas. Los gobernantes acceden a los puestos por los votos de los ciudadanos para que tomen decisiones, para que gestionen. El hecho de perpetuar conflictos pasando de mandato en mandato pone en evidencia a quien incumple con su deber de trabajar por el bien común en una institución pública.