EDITORIAL | Un potencial que tiene que buscar nuevos horizontes

El tirón de la industria agroalimentaria leonesa en el mercado local es innegable, como demuestra cada año el éxito de la Feria de Productos de León, que en esta edición ha batido de nuevo récord de participantes y público. Y de ventas: pocas citas concentran en tan pocos días un volumen de negocio tan importante. A la vez, la participación de las empresas del sector en la exportación crece cada año, especialmente en productos como los cárnicos (la peculiaridad de los embutidos y preparados es un valor claro) y el de los quesos, que en los últimos años está despegando con especial fuerza. Sin embargo, el potencial de la agroalimentación local está aún muy lejos de ser suficientemente explotado en los mercados exteriores.  

Los expertos advierten de que las ventas, aunque millonarias y crecientes, se concentran en muy pocos países. A excepción del negocio del vino, que pese a la fuerte competencia tanto nacional como internacional tiene presencia mercados diferenciados y hace ya años apostó por la conquista de consumidores más selectivos, como el norteamericano o el chino, por poner dos ejemplos.  

El sector agroalimentario y su desarrollo industrial y comercial es uno de los grandes pilares del presente y, sobre todo, del futuro de la economía leonesa. Sin embargo, si no apuesta con claridad por abrirse nuevos mercados internacionales estará cerrando una de sus principales oportunidades de crecimiento. Las alianzas empresariales son básicas para caminar con seguridad en el comercio de otros países, como lo son los apoyos institucionales, que deben volcarse en las posibilidades un sector que es una de las grandes riquezas de la provincia.