Oro en lonchas
La IGP Cecina de León invitó a 60 personas nacidas el 13 de octubre a una cata. Y para allá se fue mi señora, quien tuvo a bien nacer el día de San Eduardo. Antes, le hice una propuesta muy Siglo de Oro: «Cuando comience la misma, gritas ¡anda!, ¿ese de ahí no es Cervantes? Y empiezas a meter en el bolso lonchas de cecina». Rechazó rotunda mi solicitud. Sin necesidad de recurrir a truco tan manido, regresó con una muestra envasada al vacío y dos libros preciosos. Parafraseando a Umbral, la cecina es el soneto de nuestra gastronomía. Mañana este columnista cumple años, a ver si se acuerda don Miguel, tan citado en Al Trasluz, y se me paga unas migas. Por su parte, el jurista Germán Barreiro nos hablará este viernes, en la Biblioteca Pública, acerca de El mundo del trabajo en el Quijote, dentro del ciclo Cervantes por León. Sancho Panza creía que los manteos con sueldo fijo y extras son más llevaderos. Nada define mejor la relación laboral establecida entre los dos personajes que ese «Tu amigo» con el que caballero andante termina su célebre carta a Sancho, ya metido a gobernador de Barataria. En fin, el propio Cervantes cobraba con desesperante retraso sus emolumentos como comisario de abastos. «El tesoro de Venecia y las minas de Potosí fueran poco para pagarte», le reconoce al escudero, cuando este le calcula a cuánto le cobrará el azote para desencantar a Dulcinea.
Oro tendrá también Astorga el viernes. Antonio Colinas y González Boixo presentarán en la Casa Panero la edición completa de los sonetos de Góngora, editada por Juan Matas. Obra mayor de la filología española, realizada por un catedrático de nuestro campus. El próximo día 28, se repetirá en la Fundación Sierra Pambley, con Salvador Ordóñez, Ponce Cárdenas, Conde Parrado y este juglar de columnas.
Por cierto, Barreiro es estudioso de la gastronomía en el Quijote. Habrá que preguntarle en qué venta se pueden degustar duelos y quebrantos. Finalmente, Javier Alfonso, líder provincial del PSOE, ha anunciado que su partido trabajará para que la cecina llegue a más mercados internacionales. Suerte en estel empeño, se necesitará mucha mano izquierda para convencer a Trump de que al oro negro leonés no se le echa kétchup.