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Cuando lean esto el operativo del traslado de Franco será una realidad. Calculo que somos ya más en España los que sólo recordamos por fotos las inmensas colas de los que acudieron al Palacio Real a su capilla ardiente. Tiene singular valor aquello porque exhibe ese péndulo tan español y que hace hoy mayoritaria la felicitación por la exhumación.  

Contaba mi abuela, a la que le tocó sufrir en Madrid la guerra, que las mismas vecinas que acudían a los mítines de Pasionaria salieron a recibir a las tropas nacionales cuando entraron en la ciudad. Eran pocas pero ruidosas. El resto de personas se afanaban en sus vidas intentando dejar al resto en paz.  

Así somos. Como pudimos comprobarlo en la segunda semana trágica de Barcelona, que ahora incendia las condenas casi unánimes tras unas primeras horas de tibieza calculada entre quienes siempre acaban buscando el tercer pie al gato entonando lo de ‘algo habrán hecho’, ‘esto con diálogo’ o ‘la culpa fue de...’.  

Esa cobardía y esa negación de las evidencias está detrás de los casi mil muertos de ETA. Ya ha comenzado el rodaje de una serie sobre Patria , quizá la primera novela que recrea de manera suficiente lo que supone sembrar odio en la sociedad. Y quizá a Fernando Aramburu se le podría ocurrir —como con los ocho apellidos que también se hicieron catalanes— una segunda parte para revisar lo que los Jordis y Mas, o el cordobés Montilla y los Maragall nos han dejado como herencia envenenada y bien regada por los millones que enviaron desde Madrid el PP y el PSOE.  

Resulta curioso que los que se vinieron arriba hace unos años con el mensaje de la antiglobalización se hayan globalizado para ir de gira de bronca en bronca. No sorprende porque el legado del hoy exhumado sigue tan presente que impide un trato igual a los ultras de un lado y del otro, generando una particular impunidad mientras literalmente se forma a chavales para esa guerrilla urbana neofascista que hemos visto en las calles de Barcelona.  

Lo de la sentencia la tienen que acatar todos si me gusta a mí y en caso contrario todo es cuestionable... resulta llamativo... Es como lo del fútbol en el patio. Quieren exhumarlo. Da lo mismo la libertad de los chavales, el deseo mayoritario... las actividades guais no pueden ser en ningún otro rincón del patio. Qué afán con imponer...