EDITORIAL | Un retraso judicial inexplicable

La saturación de los juzgados en general, y de algunos que han asumido nuevas funciones en particular, es un problema asumido. Pero los retrasos que provoca en algunos casos resultan sangrantes. Como el procedimiento que se sigue, desde hace ya seis años, sobre la muerte de seis mineros en la Hullera Vasco Leonesa. Un accidente por el que están encausadas 16 personas, desde el presidente de la compañía hasta los vigilantes.  

Se trata de un caso cuya instrucción se declaró en su día compleja, pero que cuenta ya desde hace meses con todos los informes de los peritos, la base sobre la que habrá que determinar responsabilidades. No parece existir justificación para no cerrar un caso especialmente doloroso, porque más allá de las pérdidas humanas está en juego sentenciar si se tomaron las medidas de seguridad exigibles o si una cadena de irresponsabilidades consintió las muertes. Sólo cuanto se aclare las familias podrán descansar. Olvidar, nunca.