La biodiversidad no entra en campaña
Nos adentramos en la campaña electoral y van a ser muchas las promesas que vamos a escuchar en boca de los distintos candidatos. Todas ellas suelen quedar plasmadas en los programas electorales que nos ‘venden’ como palabra de ley para tratar de atrapar nuestro voto. Como bien sabemos los electores, ya llevamos unas cuantas campañas, algunas de esas propuestas se terminan cumpliendo pero la mayoría queda en el cajón de las promesas incumplidas.
Pero, ¿qué pasa con las propuestas que ni siquiera salen de su boca? ¿qué pasa con las que nunca han quedado impresas en esos programas electorales? Me vuelve a preocupar, y creo que ya lo dije en la anterior campaña, la falta de compromiso y de visión de futuro que tienen nuestros políticos en materia de medio ambiente.
Pero esta vez no sólo lo digo yo. Algunas de las organizaciones ecologistas más importantes y serias del país —no Ascel, vosotros no estáis— han suscrito esta semana un comunicado conjunto en el que piden que el cuidado de la biodiversidad se incluya entre las prioridades políticas del país, al mismo nivel que se enfrenta la crisis climática. La Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, Fundación Global Nature, Fundación Oso Pardo y Fundación Naturaleza y Hombre recuerdan que España ocupa un lugar privilegiado en el ranking de la biodiversidad mundial.
En su territorio se encuentran alrededor de 85.000 especies de animales, hongos y plantas, lo que supone el 54% de las especies que habitan en Europa. Estas contundentes cifras justifican que España lidere en Europa la petición de un fondo específico para la gestión de la Red Natura, del que además sería la gran beneficiaria.
Del mismo modo que Francia ha hecho bandera de la Política Agraria Común Europea (PAC), este lobby ecologista defiende que España debe promocionar la defensa de la biodiversidad como prioridad y fuente de oportunidades para el desarrollo integral del país. Vayamos al terruño.
Si algo tiene León es biodiversidad. El 30% de su territorio está incluido en la Red Natura 2000, es el territorio con más reservas de la biosfera de Europa y tiene numerosos parques nacionales, regionales y naturales. Todo un yacimiento de oportunidades para encarar un desarrollo sostenible para sus habitantes. Qué pena que nuestros políticos no lo sepan ver de esta manera.