EDITORIAL | La Ronda Interior tiene que hacerse ya una realidad

La situación de la Ronda Interior entre El Espolón y el barrio de La Palomera se ha convertido en una especie de fracaso colectivo de las sucesivas corporaciones municipales de León. El proyecto es incluso bastante más antiguo pero lo cierto es que han pasado ya 22 años desde que se pusieron en marcha las primeras expropiaciones para abrir el vial que tendría que dar continuidad a la comunicación entre Álvaro López Núñez y la glorieta del monumento a la Enfermería, en la avenida de la Universidad. Hoy existen alternativas más eficaces que desvían el tráfico de largo recorrido por otras rondas del norte de la ciudad. Pero en la circulación interior, y con zonas muy afectadas por el transporte hacia colegios o a la propia Universidad, este vial sería un desahogo fundamental. Y además supondría la oportunidad de afrontar el cierre a los vehículos de la calle Carreras y de la avenida de los Cubos, lo que impulsaría un avance para la conservación de la muralla y también para abrir un espacio que prolongue las áreas destinadas al disfrute de los peatones.  

Hasta ahora los sucesivos gobiernos municipales han topado por muros que les han impedido avanzar en esta apertura del vial. El ejecutivo que dirige José Antonio Diaz intenta superar las trabas a través del Instituto de Renovación Urbana. Lo lógico es que cuente con el apoyo de todos los grupos.