Hoy es ayer
Cualquiera que sea el resultado que arrojen esta noche las urnas se barrunta el repetimos . Lo dicen expertos en políticas y votos: no se saldrá del atolladero, vuelta la burra al trigo y ni pa ti ni pa mí ni pal ayayay, porque hoy mucho voto volverá al redil, aunque sobra voto cabreado o de castigo o algo loco y también voto jugón... ¡a jugaaaar!, vota al chivo real, ¡Santiago y cierra España!... ¡¡esa puerta!!...
Y ahora, pactar o no pactar, peliaguda cuestión. ¿Seguirán repitiendo su ley de « los amigos de mis enemigos, enemigos míos son »? Pues ahí ni cabe un «tengamos la guerra en paz».
El Oráculo de Pedrún dice: no se pactará, no pueden, o quedarán en ridículo ellos y muy evidente su incompetencia, su necedad y, por si fuera poco, su chulería intolerable. ¿Se atreverán ahora a pactar lo mismo o menos de lo que pudieron firmar meses atrás sin llevar al país otra vez al patíbulo electoral (¿no se cortan ahí cabezas?)? Así la cosa, este domingo de urnas no merece mucho llamarse fiesta de la democracia como repetirán hasta empalagar políticos a pie de urna o medios a pie de cosa grabando colas, incidencias, tipismos, monjitas, excombatientes del Ebro, famosos y todo ese atrezzo informativo que ha de ir rellenando los larguísimos programas especiales con que hoy se zurran las teles... y nos zurran.
El Oráculo exige que, hasta que pacten, oigan cada noche Volvamos al amor de Marie Laforêt , la de gigantes ojos de miel marina y voz muy propia, qué gran señora (murió el 2 resucitándonos ecos de adolescencia febril y algo lili)... y que repitan al desayuno lo de: olvidemos nuestro enfado, olvidemos nuestro enfado, y volvamos al amor... porque si no es a tu lado, porque si no es a tu lado, ¿dónde voy a estar mejor?... en tus labios se divisa el nacer de una sonrisa que es preludio del perdón... Ya cumplí mi penitencia, ten un poco de paciencia aunque tú tengas razón ... y si avanzan por ahí, que pasen al Viens, viens , la mejor canción-polvo en la historia del pop; y hala, a trabajar, a hacer la cama y a dejarse de tonterías, la campaña ha terminado y ya no es necesario mentir tanto.