En pantalones ellas

De toda la carraca electoral que fatigó a este país en las últimas semanas rescátese una imagen: el debate de las donas y doñas, solo mujeres, como si fuera réplica (y lo era) al debate tieso de solo muñecos, sus señoritos, los jefes del cotarro sin mujeres que les codearan en su podio o ambón (Ana Blanco se lo dijo: ¿cómo andamos de paridad?, y todos se llamaron Andana, ¿qué, cómo?).  

Al debate de solo tías se presentaron ellas con chaqueta del color identitario de sus partidos (Irene Montero no; eligió tono oscuro, a la funerala, un aviso), de tal modo, que los chistes se hicieron liebres en las redes ante la evidente resurrección del coloreado grupo Parchís. Con chaqueta todas. Adiós vestiditos, blusas o escotes de buque o barca, aunque no se reparó tanto en que todas, incluida la presentadora, fueran en pantalones.  ¿Lo tenían hablado? , porque en bodas, galas o ceremonios las mujeres suelen calcular muy mucho estas cosas del vestir para no perder comba o, como en este caso, no agraviarse. Entonces,  ¡todas en pantalones! , prenda que simbolizó siempre el poder masculino, aunque de siempre también sobran casas donde los pantalones los lleva ella, la última palabra, mujer coraje o recia que no se gasta en dulzuras.  

De algún modo las candidatas estaban  uniformadas , muy parejas en traje-traje, igual que se uniforman los hombres con su corbata y trajecito, oscuro además. La mujer, al menos, le mete color a la cosa, tuneos y otros cortes-sastre; ¡vive la liberté! Pero injusto: aún es inimaginable ver a un ministro o diputado dudando cada mañana si ponerse la chaqueta verde o una naranja; ¿no es esto un grave déficit de igualdad?, ¿para cuándo alguna paridad en el trajearse al ir a congresos o fastos?...  

Pero el trajearse no fue lo único masculinote en ese debate y su escenografía calculada; hablando, construyendo discurso, ¡se parecían tanto a ellos!, como si se obligaran a su sintaxis masculina y a sus tonos o imperativos, cada una en perfecta sintonía con los tics de sus jefes o líderes, casi un eco, normal, esto nos sucede a todos... y a todas.