EDITORIAL | Exigencia de alternativas reales al carbón
La llamada Declaración de Görlitz, que aúna a las regiones carboníferas de Europa, tiene que convertirse en una pieza angular de las políticas de desarrollo de la Unión. Con las cuencas mineras todo el continente tiene una evidente deuda histórica. Pero también tiene una factura pendiente con fecha de máxima actualidad. No parece admisible el que se deje desamparadas a zonas que han sufrido una quiebra tan fundamental y drástica en sus formas de vida. Las alternativas son inaplazables y la reunión programada en Asturias para 2020, de la Plataforma de Regiones de Carbón en Transición, tiene que servir para poner en marcha acciones concretas, con presupuestos y con fechas que sean realizables y marcadas por una verdadera intención política. Castilla y León, y especialmente la provincia, tienen que exigir a Madrid y a la Unión Europea que todo esto se haga realidad sin mayores dilaciones.