EDITORIAL | Plantas aromáticas y medicinales, una oportunidad que nunca se aprovechó
Las posibilidades que ofrece la provincia y especialmente determinadas comarcas para la recolección de plantas —con fines culinarios, ornamentales, curativos o como materia prima cosmética— son sobradamente conocidas pero lamentablemente nunca se han abordado con verdadera intención de aprovecharlas. En una jornada organizada por Inbiotec se incidió ayer en esa fórmula de negocio para el mundo rural, con un dato que resulta especialmente relevante. Por cada seis hectáreas de producción se genera un puesto de trabajo. Y eso podría ser superado en un país, como España y en un territorio como León, con unas condiciones singularmente favorables, que superan sin duda a las que presenta Francia donde desde hace tiempo se trabaja en firme con estos cultivos.
Pero los expertos alertan de que buena parte del éxito de estas posibilidades pasa por que se avance en una organización adecuada. De nuevo, como ocurre en otros sectores como puede ser por ejemplo el de las castañas o el micológico, vuelve el habitual inconveniente de la ausencia de liderazgos y de fórmulas de cooperativismo que generen medios de producción actualizados y competitivos.
El caso del lúpulo en la zona del Órbigo es una buena prueba sobre la relevancia que tiene la apuesta por este tipo de opciones. Superadas las suspicacias iniciales y consolidado en el tiempo hoy es innegable la relevancia que ha alcanzado para toda esa comarca la materia prima que emplean las cerveceras.
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