EDITORIAL | Control de los alojamientos extrahoteleros
Los pisos destinados a viviendas turísticas han experimentado en León un crecimiento de un 84 por ciento en el último año, dato que advierte del tirón que tiene el sector y que pone el acento en la necesidad de avanzar en su regulación y control. Aunque ya existe normativa para regular estos alojamientos, es fácil que proliferen en la clandestinidad —de hecho en León se anuncian 800 de los que la Junta no tiene conocimiento—, de ahí que se demande un mayor esfuerzo por parte de la administración para que intensifique las labores de detección y de inspección. A la luz de los datos, en este camino aún falta mucho por andar porque en toda la Comunidad el año pasado sólo se pusieron en marcha 28 expedientes sancionadores y se incoaron nueve denuncias en apartamentos y viviendas. Si el intrusismo campa a sus anchas, el daño al sector hotelero y a los empleos que crea puede ser permanente.