EDITORIAL | Alerta porque la sarna avanza, y enfado creciente al faltar controles

El problema de la sarna en la fauna de la montaña leonesa es conocido. Desde hace un par de décadas existen datos sobre el elevado nivel de incidencia de esta enfermedad. Afecta principalmente a rebecos, corzos y ciervos, pero también existe un importante riesgo de que se transmita a otros animales, aunque ya sólo su existencia es preocupante porque deriva en la muerte del propio mamífero salvaje infectado. El mapa de territorios afectados por la sarna ha ido ampliándose progresivamente con el paso del tiempo y tras invadir hace ya una década todo el espacio de Mampodre y Riaño, ahora se calcula que ya alcanzado el 73% del Parque Nacional de Picos de Europa.  

Y la queja que se reaviva ahora es que todo este proceso de avance de la enfermedad tiene lugar sin que existan controles. Los veterinarios llevan años reclamando que se establezcan grupos de vigilancia para conseguir un seguimiento sobre lo que está ocurriendo. Pero la Junta considera que la sarna es «una baja más» y por lo tanto no existe una verificación oficial de la realidad que se vive con este parásito que periódicamente salta también por contagio a animales del ganado doméstico. La denuncia pública de los veterinarios debería escucharse y sería interesante una explicación pública oficial para saber a qué nos enfrentamos.