Re... sentimiento
CORNADA DE LOBO | Valladolid nos roba... y el patio de mi casa es particular.
Quizá todo se entienda mejor si se explica a los de fuera -y mejor a los de dentro- la insalvable distancia que hay entre sentimiento y resentimiento, porque estos balbuceos que se predican como clamor cada cierto tiempo planteando su «León solo» ¿son sentimiento o resentimiento?, ¿nacen de un sentir razonado y cultivado o de un resentir con retintín que maquilla la envidia o el despecho sacando a lucir agravios?... porque eso duele, rapaz, insiste, noi: Valladolid nos roba... y el patio de mi casa es particular.
No miento si digo que jamás vi en esta tierra un sentimiento leonés popular y verdadero, ni deconstruyo la historia (allá tú llamándola «el relato») si afirmo que el resentimiento que se reavivó en los años 70 era fundamentalmente urbano e inapreciablemente rural... que era hijo tardío de la tirria militante que desde el siglo XIX profesó la burguesía cazurra a la rica burguesía cerealista de Valladolid... que era heredero de los coros y danzas de la Sección Femenina y de la derechona tendera con orgullitos de grada más que hijo de la razón emocionada por la tierra madre y su progreso, que era más un eco de propaganda folklorista, leyendas costumbristas o historia del ombligo que hijo del conocimiento del terreno al ras (llámalo etnografía, antropología, sociología)... así que nadie lo discute ya: lo de León no es un sentimiento, sino un resentimiento y por tanto jamás generará movimiento, sino movidillas pintorescas... que provocarán a su vez, como ahora, páginas y teles esparciendo el pitorreo nacional por la declaración municipal de este Móstoles cazurro llamando a sublevación populá e independencia de Castilla, lo que nos colocó en el escaparate de los ridículos de la jornada, en la diana de paletos imitadores y a la puerta de la academia de las Artes Quijotiles con un pendón que reza ¡alza el rabo, León!... ¡y échame guindas al rabo!...
Aviso: gracias a esta gresca León ya pierde dinero, estas broncas espantan empresas, adiós inversiones... agradézcaselo León a todos estos políticos que quieren salvarla roncando mociones.