Editorial | Nuevo episodio en la pugna por la caza
La presión de las asociaciones conservacionistas sobre la política cinegética de la Junta es máxima y acumulan un buen número de victorias judiciales. Parece evidente que la gestión en Medio Ambiente no ha sido la más adecuada con acciones legislativas que son puestas constantemente en entredicho. Pero también es notable la curiosidad y sorpresa, incluso más allá de las fronteras de Castilla y León, que genera ese permanente castigo que llega desde el Tribunal Superior de Justicia hacia la política medioambiental, y especialmente en materia cinegética, del gobierno autonómico.
Parece exigible y urgente que la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, manteniendo el consenso político alcanzado y que se puso en claro recientemente con la nueva ley provisional, consiga crear el ansiado marco estable que acabe con esta permanente incertidumbre que sólo provoca daños y problemas.