Allá va la tercerita
CORNADA DE LOBO | "Estamos todavía en navidades y aún se inunda toda pantallita con mensajes nevados de melindres, centellas y corazones peladilla. Pero eso aburre. Lo que pide el ocio navideño es tirar de burlas y odios..
Muerte a Pedro Sánchez.
Asistimos cada día al milagro de la multiplicación digital de los panes como hostias y los peces como pirañas... y nada le cuesta a cualquiera ganarse un pilón de odiadores fieros o simpáticos enemigos si saca la lengua a pacer o la tinta al papel.
Ayer fue día muy indicado, hubo «carreras» en San Jerónimo y «corridas» en la plaza de Sant Jaume... «festejos» que incendiaron el dedo que huye por los teclados... y hubo tuits en castellano viejo nacidos en boca de inquisidor maldito y tuits en catalán adolescente llamando botifler nada menos que a Rufián... cosas veredes, dijo Peláez.
Estamos todavía en navidades y aún se inunda toda pantallita con mensajes nevados de melindres, centellas y corazones peladilla. Pero eso aburre. Lo que pide el ocio navideño es tirar de burlas y odios... ¿cuántos tuits no están ahora mismo proponiendo o deseando la muerte del infame traidor , felón y vendepatrias Pedro Sánchez?... con todas las letras: muerte... o lo mismo con un rayo fulminante al famoso, al escritor, al cantante, al papa o al don nadie, que aquí nidiós se libra de merecer una muerte poco piadosa recetada de lejos y emboscado el verdugo en una zarza como la que blinda al hacker ruso que trabaja para Trump cobrando del chino y vendiéndole favor de paso a Puigdemont o a Kim Jong-un.
El debate de ayer encendió mucha mecha en las redes, ese patíbulo. Todo consistió en pillar por el rabo un par de fake news acogiéndose no más a la libertad que hoy todos lucen a gritos o a pancartazos en balcón oficial, libertad de expresión afilada a conciencia como estaca de alancear moros... son palabras que nacen para pedradas... y «piedra lanzada jamás vuelve a la mano» (la conservará la Nube eternamente, como el plagio que plañía ayer uno de Vox: « Oigo, patria, tu aflicción, y escucho el triste concierto que forman, tocando a muerto, la campana y el cañón; sobre tu invicto pendón miro flotantes pendones y oigo alzarse a otras regiones »).
Sócrates confía en que hoy alguien salga del guión y haya terceras elecciones.