Se ponen nerviosos...
HOJAS DE CHOPO | "Tomen nota. La gente les importa un comino. Una inmensa mayoría de leoneses no se siente a gusto en esta comunidad ni identificados con ella
Cuando sucede algo que no está en su agenda, los políticos se ponen muy nerviosos. Y no se fijan en las posturas mantenidas en el tiempo, generalmente llenas de bandazos por carecer de líneas argumentales razonadas. Pero todos dogmatizan. Intereses del momento. Y tergiversan, falsean y retuercen las propuestas ajenas. Aprovechan cualquier resquicio para sacudir a los otros, venga o no a cuento. O someten a los suyos a presiones y amenazas. Vergüenza. Ni piensan ni dejan pensar. En las estructuras piramidales solo uno parece decidir, de lo que puede deducirse que sobran muchos… Pensamiento único, en un borde innombrable. La amenaza suele apuntar a donde más duele. Y ya sabemos dónde les duele.
Esto está ocurriendo en el asunto de la petición de una autonomía leonesa, a cuyo declive, evidente y notable, han contribuido y contribuyen muy activamente no pocos políticos de esta provincia. Pasarán a la historia, a saber cómo. «Dame pan…». No digamos los nervios e improperios desde la querida capital del Pisuerga —algunos ediles llevan cabalgando en el burro comunitario desde que se inventó tal engendro—, cuyo señor alcalde, con exabruptos continuados, afirma que a Ferraz no le ha gustado tal petición. Investidura a la vista, habló su jefe el último día del año de «adecuar la estructura del Estado al reconocimiento de las identidades regionales». ¿Cómo? Solo las que interesan, claro, que otras no tienen derecho al pan. Un socialismo de quien te ha visto y quien te ve… El que disiente no sale en la foto. O a las llamas del infierno. De los señores populares, poco que decir. Que ya se sabe. Que el jefe supremo investigará a los díscolos y dejará caer «con contundencia» el artefacto de cortar cabezas. Cuánto cinismo.
Tomen nota. La gente les importa un comino. Una inmensa mayoría de leoneses no se siente a gusto en esta comunidad ni identificados con ella. No resulta difícil entender qué está ocurriendo. Sin modelos ni proyectos, la desigualdad de los territorios es evidente, incluso dentro de las comunidades, y en su caso entre ciudades y esa España olvidada. Los dos partidos aludidos son corresponsables del asunto. Que, por favor, no se rasguen ahora las vestiduras. No se puede mantener un discurso en la taberna, otro en el ágora. Quieren hacer creer que algo cambia para no cambiar nada. Inmovilismo puro. Fragilidad. Engaño, aunque a nadie engañen. Admiten la existencia de ciudadanos de distinta categoría. Lamentable.