La inteligencia de las cosas
LA GALERNA | "Ya tenemos televisores, neveras, teléfonos y electrodomésticos de todo tipo conectados a la red, de lo que se trata ahora es de que, además, sean inteligentes. Y esta inteligencia de las cosas está llegando a lugares insospechados como el cuarto de baño
Es estrenar un año y comenzar un loco frenesí de listados. Las carreteras que se mejorarán en los próximos meses, los famosos que van a ser padres, las ‘celebrities’ que se casarán, la ropa que tienes que comprarte si quieres ir en consonancia con las últimas tendencias, los juicios más mediáticos que nos dejará 2020 o cuáles serán los conflictos internacionales más sonados. Y, a la vez, despedimos el año en la misma línea: enumerando minuciosamente lo que marcó 2019. Que si las líneas rojas de la locura política en España, las peleas de famosos más memorables, los últimos avances sanitarios o las claves de la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Todo parece resumirse en listados eternos que llaman la atención al primer golpe de vista pero que acaban resultando tediosos y aburridos, porque tampoco tenemos la necesidad de saberlo absolutamente todo. Yo también he leído varios de estos listados en los últimos días y por eso lo sé.
Pero entre tanta enumeración, ha habido uno que no me ha pasado inadvertido. Aborda cuáles serán las claves de la electrónica en 2020, un año en el que, por lo visto, continuará la invasión de la inteligencia artificial, esa tendencia que protagonizan las máquinas, que ya exploran casi todos los rincones a base, al menos en parte, de arrinconar a los humanos.
Según los expertos, atrás quedan los tiempos en los que la novedad era el internet de las cosas. Eso es agua pasada. Ahora la tendencia es la inteligencia de las cosas. Ya tenemos televisores, neveras, teléfonos y electrodomésticos de todo tipo conectados a la red, de lo que se trata ahora es de que, además, sean inteligentes. Y esta inteligencia de las cosas está llegando a lugares insospechados como el cuarto de baño. Y hasta ha salido un prototipo de robot que se mueve libremente por la casa con un rollo de papel higiénico por si hay necesidad. El aparato en cuestión se controla desde el móvil a través de Bluetooth y basta con llamarlo para que acerque al aseo un rollo de papel en caso de apuro. Con semejante descubrimiento a uno no le queda más remedio que pensar que las máquinas acabarán sustituyéndonos y que no será a largo plazo. Si pueden solucionar tamaño problema, ¿qué no serán capaces de hacer?.