Editorial | La liquidación precipitada del carbón priva a España de fondos europeos
El polémico y traumático final de la minería del carbón en España parece que tendrá incluso consecuencias sobre las compensaciones. Se había anunciado reiteradamente que la Unión Europea preparaba una línea de acción para incentivar un billón de euros en diez años para estimular la ‘inversión verde’. De ellos estos días se han confirmado 100.000 millones de euros para las cuencas mineras. Pero España se llevará una cuota realmente escasa y nada acorde con su pasado minero puesto que se tiene en cuenta como criterio cuál es la realidad actual de la minería que se cerrará en los próximos años. Aquel carbonicidio programado en la etapa de Miguel Sebastián en el Ministerio de Industria que puso en marcha sin ningún reparo pese al cambio de gobierno el canario José Manuel Soria, se terminó de concretar con la llegada del actual Ejecutivo de Pedro Sánchez. La llamada transición ecológica fue en realidad una decisión fulminante y con unos efectos dramáticos para las cuencas, que además se extenderán en el futuro puesto que no llegarán tantas alternativas ni fondos como se habían anunciado.
El Gobierno tiene una responsabilidad inaplazable de luchar hasta la extenuación para alterar esas cuotas. En caso contrario tiene que compensar su terrible error e injusticia con fórmulas propias.