Diario de León

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CORNADA DE LOBO | "Cuando en 2059 dejó de fabricar plástico el último país (China se reservó la gigantesca industria del insustituible plástico sanitario), la humanidad amaneció al 2060 más tranquila: el dragón que a punto estuvo de devorar al mundo dejaba de joder y el planeta no moriría bajo poliuretanos, polietilenos, polímeros...

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Querían un planeta limpio de pecado y no hubo país que no aboliera el plástico regresando a lo natural, biodegradable y sostenible: fibras vegetales, celulosa, cartón, cajiitas de madera. Y todos fuimos ecofriends y gente guapa. Incluso se inventó el tampax de serrín de sándalo ultrabsorbente, olía de lujo y con él se hacían después infusiones florales que fueron muy populares al recomendarlas la actriz Gwyneth Paltrow como remedio de infinitos males y para atraer vampiros. 

Cuando en 2059 dejó de fabricar plástico el último país (China se reservó la gigantesca industria del insustituible plástico sanitario), la humanidad amaneció al 2060 más tranquila: el dragón que a punto estuvo de devorar al mundo dejaba de joder y el planeta no moriría bajo poliuretanos, polietilenos, polímeros... Pero no es menos cierto que la imparable demanda de vegetales y fibras en las últimas cuatro décadas generó alarmantes deforestaciones, especialmente en países pobres, despoblados o víctimas de alguna calamidad climática, así que apenas quedan árboles para tanta demanda de celulosa; ni leyes de reforestación o reciclaje resuelven lo grave; sólo hay que hacer cuentas del papel higiénico que gastaron los 11.000 millones de gentes censadas en 2058 pasándose la selva por el culo. No es menos crítico el agotamiento de tierras cultivables destinadas a la necesidad universal de dieta vegetal. Desde 2037 dos tercios del planeta legislan una alimentación rígida casi sin carne y la ciencia y la política lograron que la gente adoptara una alimentación globalizada. Hoy da lo mismo comer en París, Toronto o Villaobispo, los menús populares apenas difieren. Y así, la obligada planificación alimentaria mundial y la uniformación del gusto están sepultando las últimas gastronomías locales que las nuevas generaciones, además, desprecian o combaten por ilógicas, viejunas y costosas ambientalmente.

Pero hoy, 18 de enero de 2061, una noticia traerá euforia a todas las Bolsas: la Onu autorizará volver al plástico de envoltorio durante 15 años hasta ir recuperando en este plazo zonas forestales.

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