EDITORIAL | El cambio climático es una premisa ineludible para las administraciones

Más allá de las últimas voces que aún cuestionan el cambio climático, la unidad de criterio en la comunidad científica se convierte en un reto inaplazable para las administraciones. El Gobierno central declaró recientemente la emergencia climática y ayer la Junta anunció su intención de poner en marcha una ley específica de lucha contra el reto medioambiental. Estos días en los ayuntamientos grandes (León y Ponferrada) también se ha empezado a planificar el diseño de planes para frenar la contaminación del tráfico en sus zonas centrales, y ayer mismo la Confederación Hidrográfica del Duero se aventuró a poner en cuestión los regadíos de Payuelos porque en un futuro habrá menos agua disponible.

El cambio climático, como tantos otros temas en el pasado, ha entrado con contundencia en todas las agendas. Es de justicia y necesario que suponga una premisa incuestionable en la actuación de las instituciones, pero también es exigible e imprescindible que se actúe en rigor, sin populismos y sin alarmismos. Recientemente se ha conocido que la precipitación del Gobierno al acabar con el carbón puede generar perjuicios graves a España. La CHD debe invertir bien los recursos de todos. No puede dejar a medias ahora algo tan importante.