Editorial | Hartazgo en el campo porque a la crisis se suma un desprecio injusto
Los tractores se están empezando a hacer presentes en las calles de las ciudades. Ya han sido varias las protestas en distintos puntos de España por el hartazgo ante la tormenta perfecta en la que se ha ido sumiendo el campo. Lamentablemente acostumbrados a trabajar por debajo de los costes de producción y malviviendo de los subsidios o la PAC, ahora se ha generado una corriente marcada, entre otras cosas, por un orgullo y por una defensa valiente de la actividad primaria frente a los desprecios.
La España vaciada, la de los pueblos, quiere hacerse oír. Ha entendido que después de demasiado tiempo de silencios llega la hora de reclamar su espacio en la sociedad y en los debates. Este domingo los tractores estarán presentes en la manifestación en León contra el abandono de la provincia. Y el 2 de marzo se anuncia otra tractorada, en este caso en Ponferrada, porque Asaja quiere que el campo berciano también muestre su reclamación de un futuro con garantías.
El movimiento a nivel nacional empieza a recibir frutos. Ayer mismo el Gobierno y las comunidades autónomas anunciaron que reforzarán la coordinación de las medidas para mejorar la rentabilidad de la agricultura y la ganadería, y para promover precios justos. Entra las primeras medidas, se propone una reforma urgente de la Ley de la Cadena Alimentaria.