Miedo al rechazo

¿Cómo responde cuando alguien le dice que no? ¿Se lo toma bien o se hunde en la miseria? La mayoría de las personas dejamos de hacer un montón de cosas por miedo al rechazo. No nos atrevemos a luchar por lo que queremos, a expresar nuestra opinión o pedir lo que nos gustaría. Y en una vida que merezca la pena siempre habrá rechazos. De hecho, si nunca le han rechazado es probable que sea porque está viviendo en una zona segura sin arriesgarse a nada.

Ya sea en una entrevista de trabajo, con un amigo, con una posible pareja o en cualquier otra circunstancia, si por miedo al rechazo dejamos de apostar por nosotros, el resultado será una vida pobre y limitada. Cuando el problema parte de que tenemos demasiadas creencias limitantes sobre el rechazo. Pero, en realidad, ¿qué significa que alguien le rechace? Pues simplemente que esa persona no quiere eso que usted le está ofreciendo. Y punto. No significa que usted valga menos o que no sea suficiente. No es un rechazo a su persona, ¡es solo a eso que ha propuesto! Igual que otro día será usted quien le diga que no a la propuesta de alguien.

Piénselo, ¿qué haría ahora mismo si le diera igual que le dijeran que no? Piense en todo lo que haría si no le importara la respuesta del otro. Porque el que no se arriesga a que le rechacen tampoco permite que le digan que sí. Y aunque solo le dijeran que sí una de cada diez veces, ya estaría mejor que ahora.

Dicho esto, si quiere que el miedo al rechazo deje de ser un obstáculo para conseguir lo que desea, empiece por aceptar que le pueden rechazar y piense en cómo quiere responder si eso pasa. Siga por creer en usted y en que puede conseguirlo, y siéntase orgulloso por el simple hecho de intentarlo. Dese cuenta de que a más rechazos, más probabilidades de éxito. Y sepa que si le rechazan, como mucho, se quedará como estaba. Pero al menos lo habrá intentado. Así que haga autocrítica, aprenda algo que le sirva para otra y recuerde que mañana puede seguir intentándolo. Porque de un rechazo no se muere nadie.