Siete años sin tren
La tarde se enredaba en las vías. El sol aún no había cedido terreno a las sombras en las laderas del Alto Sil. Y los conductores que circulaban por la carretera que une Ponferrada con Villablino, paralela al trazado ferroviario del antiguo tren minero, descubrieron, siete años después del último transporte de carbón, la silueta inconfundible de una locomotora diesel que avanzaba sobre los raíles.
Ocurrió el lunes pasado. La Macosa 1006 que en otro tiempo tiraba de los vagones de mineral con destino a la térmica de Cubillos recorría de nuevo los 14 kilómetros entre la capital de Laciana y la vetusta estación de Palacios del Sil, que necesita algo más que una mano de pintura para recuperar el aspecto que tuvo.Catorce kilómetros de traquetear despacio sobre las traviesas para verificar que el trazado ferroviario está en condiciones de soportar el peso de un convoy.
Pintada de verde con franjas amarillas y un llamativo frontal de color rojo bermellón, la estampa de la Macosa atravesando uno de los puentes metálicos sobre el Sil emocionó a más de un conductor. Una imagen de otro tiempo se colaba en los espejos retrovisores. Y es un motivo de esperanza comprobar cómo el proyecto para recuperar el trazado y lograr que un tren turístico vuelva a circular sobre las vías, al menos entre Cubillos del Sil y Villablino, va tomando forma.
Pero el pasado minero de esta tierra, tan reciente todavía, nos ha dejado otros colores menos espléndidos que el verde, el amarillo y el rojo de las locomotoras que la empresa ARMF ha puesto en funcionamiento en los talleres de Villablino. Me refiero al color blanco y al color anaranjado de los afluentes del río Tremor en el Bierzo Alto. Ríos lechosos de una filtración de minerales que data de las obras la autovía en La Silva. Ríos ferruginosos, contaminados por los metales pesados que se filtran desde minas abandonadas.
Y la única esperanza de acabar con los vertidos que asoma estos días por los valles de la cuenca del Boeza se encuentra en los proyectos para generar energía y a la vez depurar las aguas contaminadas por la minería en centrales hidroeléctricas reversibles. Son ideas ambiciosas que requieren una inversión millonaria para que tomen forma. Pero no se me ocurre mejor ejemplo de transición ecológica.