Aaaaaatchísss

 

No olviden sus mascarillas al leer esto; aquí estornuda hoy hasta el título y no hay ya constipado autóctono que no nos sea sospechoso porque ahora nos puede venir de cerca o del barrio (tengo familia dando a la calle Campanillas donde vieron a sanitarios como astronautas o buzos vestidos de amarillo sacando a una ¿víctima? y, desde entonces, en toda la zona el miedo nada en la ambulancia), porque ya no es solo el virus lejano o de viajero que, a lo bobo, se coló por la puerta de estos campos donde ya campea como jinete lombardo haciéndose llamar maese Piero Coronavirote y se junta con otros viejos virus peregrinos en busca de iglesias, procesiones o romerías donde se besa la misma reliquia sobada, se dan la mano o besos de paz con propina sudada, se apelotonan, lavan sus dedos en pilas de agua bendita... y sus muchas toses y carraspeos se multiplican con ecos de bóveda...  ay, madre, qué susto tengo y del cuerpo no se va; el pito del alarmista ya no deja de pitar; la fe del carbonero nos dejó de funcionar, y si aquí cerraron minas, no hay carbón y no hay fiar... ay, madre, que aquí se arma, ay, madre, que aquí ya está la santería nacional, jeremías y profetas, el santo Lavillorando y la santa Lavifatal, patronos del pánico... y del miedo a la verdad ... aaaaaatchísss... pero recuerda El Roto que disponemos de Información Alterna: « unos días nos alarman y otros nos tranquilizan »... ¿regresan aquellos pánicos medievales de la peste negra?... llevan días las mentiras y los locos del mito cortando el aire, pajarracos en busca del nido que tenemos en la cabeza; y ahí nos han puesto el huevo a todos (y todas): nadie quiere decirlo, pero la que se nos viene encima es gorda y todo apunta a incontrolable (si un profesor con virus está dando clases y moviéndose por su instituto una semana entera, ¿a cuántos alumnos habrá podido infectar y a cuántos no habrán contaminado estos a su vez?)... eh, oye, ¿y las procesiones? (es lo que más le preocupa a la cuñada que te contagiará el virus)... pues habrá que ir suspendiéndolas; y te dirá aaaaaatchísss... y ahí la cagaste, burlancáster