Maldita información
Estamos asistiendo a una de las crisis sanitarias más graves de los últimos tiempos y es el momento de que todos estemos a la altura. En la precaución y la prevención en nuestra rutina diaria está la clave para salir de esta pandemia, pero también en cumplir las recomendaciones y prohibiciones que se establecen desde los organismos públicos a través de los canales establecidos. Quiero decir, a través de los medios de comunicación, que aunque en estos días se nos acusa de crear una alarma social desmesurada el paso de los días está demostrando que, por desgracia, la realidad supera a la ficción. Pero no vamos aquí a dar lecciones de periodismo a nadie, se sorprenderían de la cantidad de información que nos llega y que por responsabilidad profesional no publicamos por no estar debidamente contrastada. Esta es la base del periodismo, la verdad. Pero esta responsabilidad es ahora mismo de todos, para evitar que las falsas noticias, que ahora llamamos fake news , bulos y demás burradas que nos llegan a través de las redes sociales como Twiter o por los peligrosísimos grupo de Whatsapp se apoderen de nuestro sentido común y nos hagan partícipes de una histeria colectiva que se extiende como el peor de los virus y que solo hace que agravar el problema. En nuestra mano está la no propagación de esta otra pandemia, la de la desinformación, para vencer al coronavirus. Hace tiempo que soy muy fan de una web llamada maldita.es, ahora más necesaria que nunca. En ella, un equipo de periodistas confirma o desmiente todo tipo de noticias y bulos que encuentran en las redes sociales o que les llegan a través de sus lectores, cada vez más implicados en la causa. Su trabajo consiste en acudir a las fuentes oficiales para confirmar la veracidad de las informaciones que circulan por ahí y desmontarlas si es necesario. Estos días no paran de desmentir noticias sobre el coronavirus, como la foto que circulaba a principios de esta semana de un supermercado con las estanterías vacías y que provocó que todos nos abalanzáramos a los supermercados a saquear, entre otros productos, el papel higiénico. Pues la foto en cuestión fue tomada hace tres años en Venezuela. Lo mismo con las falsas noticias sobre el cierre de fronteras, nuevos contagios o falsos científicos hablando de nuevos riesgos de propagación. No es tiempo para bulos, sí para la responsabilidad.