Editorial | Abrir terrazas, una buena fórmula con múltiples beneficios
El debate sobre el futuro de las terrazas se abre poco a poco espacio a medida que se perciben los importantes beneficios que pueden aportar. Tras el largo confinamiento de mes y medio en las casas, en España se hace especialmente necesaria la búsqueda de fórmulas para volver de una forma ordenada a las calles. Con todas las medidas de prevención y distancia que promuevan las autoridades sanitarias es posible recuperar la vida al aire libre, eso sí, siempre con el imprescindible ejercicio de disciplina y responsabilidad por parte de todos. Los excesos cometidos el domingo en algunos lugares aprovechando el permiso facilitado a los niños debe invitar a una reflexión sobre ese riesgo grave que genera la irresponsabilidad.
En el caso de las terrazas supone una fórmula clave para permitir la recuperación, aunque sea parcial, de un sector fundamental en materia de empleo como es la hostelería. Desde que se activó el estado de alarma el bloqueo económico que sufre es total. Las terrazas presentan algunos problemas, especialmente por falta de espacio —principalmente en las zonas no céntricas—, ya que deberán redimensionarse para separar las mesas. De nuevo habrá que apelar al esfuerzo colectivo, sacrificando plazas de aparcamiento o aceras que ahora soy muy amplias, para facilitar la supervivencia de bares y restaurantes. Los ayuntamientos deben colaborar activamente con las reformas legales necesarias, modificando las tasas para que sean asumibles y, evidentemente, penalizando los excesos y las alteraciones que no faciliten una convivencia normal con el derecho al descanso de los vecinos.