Editorial | Restañar las heridas económicas para iniciar la senda de la recuperación

La provincia en su conjunto inicia hoy el verdadero camino de la desescalada, arranca la senda de la vuelta a la normalidad tras superar los momentos más duros de una pandemia sanitaria que ha golpeado como no se recordaba, ni se podía sospechar, todos los ámbitos de la vida. La que se ha dado en llamar ‘nueva normalidad’ retorna cautelosa y prudente, pero a la vez con ansias de recuperar el pulso perdido. Levantan de nuevo las trapas bares y negocios, no todos lamentablemente, pero es un paso decisivo hacia el retorno de la actividad. El que se venía demandando desde hace semanas por el lado económico, el que se ha contenido para salvaguardar las exigencias sanitarias. Las precauciones son y serán durante un tiempo todavía muchas, pero el confinamiento estricto comienza a tocar a su fin.

Es el momento de que todos los ciudadanos pongan su esfuerzo en salvaguardar con el mismo ahínco la salud y la economía. La consejera de Sanidad de Castilla y León no se ha cansado de repetirlo en las últimas semanas, día a día: la mejor prevención frente a contagios y rebrotes es la responsabilidad social.

Lo que a estas alturas no es incompatible, quizá ahora más que nunca todo lo contrario, con una decidida apuesta por apoyar a los miles de autónomos y empresarios cuyo futuro depende, precisamente, de que los ciudadanos retomen sus antiguas costumbres. Y lo hagan desde la sensatez. Pero también desde el convencimiento de que la gran maquinaria económica de la provincia ha de ponerse de nuevo en marcha cuanto antes, y para eso necesita de los consumidores.

Las inexcusables medidas de distanciamiento social imponen nuevas formas de hacer, pero no impiden retomar los hábitos que devuelvan el aliento a los negocios, los comercios, los bares,... Más bien al contrario. Desde la responsabilidad, es el momento de apoyarnos, de ser consumidores comprometidos y solidarios con los que están más cerca; de ser ciudadanos conscientes y reflexivos para optar por la información rigurosa y contrastada frente a la avalancha de desinformación y fake news que prolifera; de ser solidarios con quienes, desde una situación de precariedad anterior o contra todo pronóstico, están atenazados por la necesidad hasta el punto de necesitar ayuda incluso para poder comer.

Es el momento de retornar. Desde la solidariad y la confianza. León quiere subir desde hoy la trapa de su futuro. Es un compromiso de todos.