Editorial | Ordoño II: un proyecto herido y cortoplacista
El Pleno del Ayuntamiento de León aprobó ayer el polémico proyecto para gastar medio millón de euros en Ordoño II. Salió adelante la iniciativa del equipo de gobierno PSOE-Podemos gracias al voto de calidad del alcalde, coincidiendo con la obligada ausencia de una concejala de UPL. Así se deshizo un empate en la corporación que pone en evidencia con rotundidad que existe una importante grieta en torno a esta obra, y que no está nada clara ni la urgencia ni el respaldo hacia las fórmulas de tramitación.
La ley establece la opción del voto de desempate para evitar bloqueos, pero parece claro que una ausencia por causa personal totalmente justificada complica aún más una exigua mayoría en favor de esa reforma de Ordoño que no cuenta en realidad con apenas respaldo en la sociedad.
Ese cortoplacismo de aprovechar la coyuntura, al renunciar a dejar el asunto sobre la mesa, tendrá evidentes efectos a medio y largo plazo. Será un buen argumento para los numerosos detractores de un proyecto que, quizá en otro momento y con una actitud de más diálogo, seguro que habría sido aceptado de otro modo por la sociedad.
Ordoño es un emblema para León. Debe permanecer peatonalizado pero dotado de la vida que se le ha quitado. Para eso hace falta un talante más dialogante. No parece necesario incluir entre las prioridades a corto plazo, de una ciudad con graves problemas, una obra de mero ornato precisamente en su parte más central.