Pleitos tengas

Maldición cuasi gitana:  Pleitos tengas y los ganes . Hasta los que se ganan traen su perder.

Pues vienen pleitos, se anuncian riadas de querellas y denuncias que desembocan en juzgados ya de sí empantanados, mañana colmatados. Partidos, sindicatos, asociaciones, entidades o plataformas de damnificados y ofendidos presentan querellas contra gobiernos, políticos, cargos, técnicos, mandos, autoridades sanitarias y hasta mancebos de farmacia... los policías denuncian en estéreo: al gobierno y a sus superiores. Esto es ya un  todos contra todos  bajo el lema nacional «algo sacaremos», que no solo se lo lleven crudo los del ingreso mínimo vital. Y ahí va ya el pelotón patriota que no cree estafar al país diciendo que solo roba al gobierno... y su consigna es ¡a empapelarles! porque la  deresha radicá ezpañola  siempre fue leguleya y buscapleitos, sobran abogados entre sus líderes que sueñan llevar a los tribunales a todo adversario egregio o proleta chillón hasta que, claro está, puedan hacer legal llevarlos directamente al paredón (o a la cuneta, si es de noche, que otra vez andan casi todos aquí sobando el guerracivilismo que más turba).

Pero a nadie se le oculta que un colapso judicial puede estrangular la recuperación y reconstrucción nacional, esa cosa a cuya entrada han puesto un letrerón que dice también « no puedo respirar » (¿viste lo de ese negro?; para combatir la rebelión popular fue Trump a una iglesia y se fotografió ante ella blandiendo una Biblia y como avisando:  tocadme los huevos un poco más y os suelto todas las maldiciones que están aquí dentro encerradas deseando que las desaten ... ¿y quién es ese que reza a Dios arrodillado en mi garganta?, preguntó George Floyd en la antesala del Cielo donde espera su juicio, aplazado para cuando acabe aquí abajo el lío suyo y las hostias entre cristianos de la porra o de la pancarta).

No podrá respirar mucho este país si se enreda en pleitos. Tendrán que contratar jueces a miles, como a sanitarios, y hacer juzgados de emergencia en el Ifema. Judicializar es otra peste.