Tumbaestatuas
A la película Lo que el viento se llevó se la quiere llevar al olvido un otro viento de moral policiaca, puritana y matachulos que circula por medio planeta interconectado. Dicen que esa peli normaliza la esclavitud de los negros... ¿y?... hay que esconderla, intolerable obscenidad... niño, caca... y una conocida cadena peliculera ya la ha retirado de sus estanterías.
Últimamente se ensancha el campo de caza de esas memorias históricas que van a por pieza hasta cinco siglos atrás. ¿Y por qué no diez o veinte, si son iguales o peores los delitos que ahora se revisan o denuncian? Ahí encontrarían tipos y hechos aún más repugnantes que los que hoy enfurecen a esos colectivos, personajes con vocación de exterminio, sangre en las manos o alma negra que lograron perpetuarse en honras de bronce; próceres, que se decía... y a ese prócer de Bristol que también fue esclavista le apearon hace unos días del pedestal mandando su enorme bronce a bucear al río.
También a Colón le tienen frito en Estados Unidos desde hace un tiempo -y arreciando estos días-, o sea, apeado, pintarrajeado, abatido, descabalgado o descabezado, embadurnado de brea y emplumado. Una nueva sensibilidad social puesta en turbas se encarga de ello porque se piensa que, al fin y al cabo, Colón inició los genocidios americanos y es el padre original de la rodilla del poli que asfixia a los negros.
Y cuando le llegue el turno a Julio César , se va a enterar; haber inventado el imperialismo romano no sale gratis.
Sócrates espera que ese virus del tumbaestatuas infecte aquí un poquito y, entonces, unos cazurros decentes estafados en su honor y engañados en su «relato» histórico abatan entre clamor popular esa estauta de Guzmán el Bueno que no deja de mandar leoneses a la puta estación para no volver. Hay que detener a ese bronce gafe. Que baje ese dedo. Abajo con él y ¡al río!, como en Bristol, porque ya nadie puede negar que Guzmán fue un mercenario al mejor postor, que jamás pudo ser leonés por ser de origen magrebí, moro... y por ser un padre de mierda, qué coños.