Pa qué te metes
H amiltonete, Hamiltonete, si no sabes torear, ¿pa qué te metes? ...
Ese chorbo que pilota y gana mundiales de F-1 ha emitido un mensaje -como animalista y proselitista vegetariano que es o se proclama- titulándolo Es asqueroso, España bajo la foto de un toro arrastrado al desolladero y asegurando que los niños españoles aprenden a torturar y a matar a los 14 años , exigiendo vivamente en su cretina andanada al gobierno español que cierre las escuelas de tauromaquia... ¡ya!... para concluir animando a sus lectores a que corra la bola y ganar una guerra que ha hecho suya para encanto y alharaca del antitaurino ibérico que ahora confía en que, gracias a este necio, la causa abolicionista pille velocidades de circuito y corra que se las pele.
Manín dijo : Habló el fatu les pelotes. ¿Vístelu tú, rapaz, o ye que díxotelu un paxarín?... Octavito dijo : ¿Es que piensa que aquí matamos a los toros apercollándoles el pescuezo con la rodilla, igual que mata la poli mastuerza en un correcto inglés a sus hermanos de color?... Peláez añadió : Pues tiene toda la razón ese tipo tan podrido de dinero, estamos muy atrasados, los niños ingleses aprenden esas cosas muchísimo antes, como a los 8 o 10 años, con juegos de guerras apocalípticas donde masacran a todo un regimiento pisando vísceras... o furiosas carreras automovilísticas con coches que escupen llamas, viviendo una emoción indescriptible que les entra por la rabadilla arriba si logran sacar de pista a su adversario echándole a un barranco infinito donde, ¡catacroc!, explota el superbuga y se charrusca el piloto; después, esos guajes redondean el máster con las dos mil películas sangrientas que les caben hasta los 14, sin contar teles y carraos de nuevos juegos más acordes con su edad, más encanallados y aniquiladores... y Octavito sugirió : ponedle un correo a ese tío y que se tranquilice; en España es imposible llevar niños o adolescentes a los toros porque andan todos imitando a tipos como él en tatuajes, modas y sucias obsesiones por el triunfo, el dinero y las titis; sin dejar de echar pilotos al barranco.