Editorial | Regreso a las escuelas infantiles: una medida tan oportuna como necesaria

El Boletín Oficial de Castilla y León publicaba ayer la orden que concreta el funcionamiento de las escuelas de Educación Infantil de 0-3 años y las condiciones por las que deben regirse teniendo en cuenta las directrices de las autoridades educativas, pero también de las sanitarias.

Los centros de titularidad de la Junta de Castilla y León, así como las de entidades locales y los centros de titularidad privada, que decidirán la fecha de reapertura, deberán realizar previamente un ajuste del número de escolares por unidad, asegurando además la adopción de las medidas organizativas que eviten aglomeraciones y garanticen el mantenimiento de una distancia de seguridad mínima. Y tampoco podrán superar en ningún caso las ratios establecidas.

Bajo esas estrictas condiciones, las escuelas dependientes de la Junta realizarán actividades presenciales entre el los días 29 de junio y el 24 de julio, siempre que cuenten con un mínimo de cinco solicitudes por centro. Paralelamente también se prorrogará la atención fisioterapéutica al alumnado con necesidades educativas especiales, en este caso hasta el 31 de julio.

Son pasos importantes en el tránsito por esta relativa normalidad que deben afrontarse, por supuesto, con toda cautela, pero también sin temores infundados que condicionen ese avance hacia el estado de las cosas anterior a la generalización de la pandemia. La reconquista de la necesaria conciliación familiar y de los derechos esenciales es imprescindible para que la normalización plena sea algo más que una aspiración para una sociedad necesitada de estas y otras medidas de alivio.