Editorial | Castilla y León: retos para construir un nuevo modelo social y económico
«Castilla y León verde, limpia, solidaria y sostenible». Ese es el perfil de comunidad autónoma que el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, definió como objetivo en su primer Debate del Estado de la Comunidad y que tendrá continuidad hoy en las Cortes. Un desafío, dijo, que «compromete a todos los ámbitos de la sociedad» y que necesariamente pasa por afrontar un profundo proceso de modernización en un amplio abanico de aspectos que sólo será posible desde el más firme impulso a una nueva economía que ofrezca respuestas claras a los desafíos de la globalización y de la cuarta revolución industrial. Esa transformación digital, tan demandada desde distintos ámbitos sociales, tiene que ser el soporte sobre el que se construya un nuevo modelo social y económico en el que, efectivamente, la reindustrialización del territorio —y especialmente de nuestra provincia, tan castigada por el penoso cierre minero y térmico— sea un objetivo no sólo prioritario, sino absolutamente irrenunciable.
En ese anhelado modelo económico, que habrá de ser la base del social y garante del bienestar colectivo, deberán jugar un papel esencial, por supuesto, los empresarios y emprendedores como generadores de empleo y riqueza. Pero esa apuesta también exigirá un esfuerzo ingente por parte de la propia administración en su apuesta por el crecimiento y la consolidación de las pequeñas y medianas empresas y una protección real de los autónomos que deberá traducirse en ayudas directas a la competitividad, la innovación y el autoempleo.
El impulso a la industria agroalimentaria vinculada a ese reto verde, la reactivación del comercio y el turismo de interior, la transformación digital y la conectividad para desarrollar la telemedicina, la teleasistencia y el teletrabajo son retos que deben afrontarse sin más demora. Pero todos esos objetivos demandan también unidad de acción por parte de los actores sociales y políticos y que de manera inmediata debe manifestarse en el apoyo a los Presupuestos desde la exigencia, por supuesto, pero también desde una actitud constructiva como la que hizo de Castilla y León el espejo en el que mirarse todo el país a propósito del modélico Pacto de Reconstrucción.