La otra decisión de Paloma y Ponce
En el libro de memorias Un torero para la historia, escrito por Andrés Amorós y con prólogo de Vargas Llosa, Enrique Ponce dedicaba un capítulo al percance que sufrió en la plaza de León en 2002. Entonces, la pareja que ahora parace estar al borde de la ruptura vivió otro momento crítico en el que, según confesaba el diestro, fue su mujer, Paloma Cuevas, quien tomó la decisión de su traslado urgente a Madrid. «Gracias a mi mujer —dice Ponce— estoy aquí. Le echó valor y, bajo su responsabilidad, me trajo a Madrid, a un cirujano torácico, el doctor Madrigal, que me salvó la vida, aunque perdí tres litros de sangre y sufrí un shock hipovolémico». Aquella tarde del 23 de junio del 2002, Ponce sufrió un politraumatismo frontal en el pecho y fue operado de urgencia en León. Su caso llegó también a las portadas de la prensa rosa por los medios del Hospital de León. Una crítica injusta que pudo traer serias consecuencias. Algunos médicos leoneses consideran que aquel traslado urgente pudo terminar trágicamente.