Si oviesse señor
Cantar del Mio Cid, verso 20: ¡Dios, qué buen vassallo si oviesse buen señor! ... Cantar y penar del Mío Españolín, versículo 13: ¡Dios, cuánto mal vassallo aviendo tan mal señor! ...
Nunca agradecerán los políticos el salir un rato del foco de la ira popular gracias a la última y estrepitosa puesta en escena del rey emérito esposado a sus amantes, pujando talegadas de moneda (y timbre), colgada en el pecho la cartela del delito: « corrupto, evasor, defraudador y putero fino » (finísimo y algo caro), dando pena derrotado en su cojera, rogando piedad con ojos de carnero a degollar, vistiendo graciosamente su majestad elegante sambenito de seda bordado en oro con capirote estampado en flores de lis, tan borbonas, y pujando el pobre una cruz tan grande como la del Valle de los Caídos hecha con todo el papel prensa y cuché donde se habla de lo suyo con pruebas fulminantes o se murmura, se atiza, se burla, se desbarra o, sin más, se monta una guillotina, ¡vive l’egalité! , a qué esperar más juicios o arreglitos.
También los hay misericordes que, antes de nada y para evitarle procesos y torturas públicas que le llevarían a la tumba, asilarían al emérito en algún emirato o isla paraíso. ¿Y un balneario en Baviera al cobijo de la Merkel y no lejos del rey de Tailandia que aún anda allí huyendo del covid-19 con 23 concubinas?... y en esto, un tuit arde en redes: Felipe no sabía lo que hacía Juan Carlos. Juan Carlos y Felipe no sabían lo que hacían Iñaki y Cristina. Cristina no sabía lo que hacía su marido. Letizia, Elena y Sofía no sabían nada de nadie. Esta gente es familia de Sócrates .
Y ya está en marcha la gran tragicomedia, otra Escopeta Nacional que nos tendrá cautivos del acto siguiente como si nos abdujera una teleserie tremenda de las que tanto emboban hoy. Su título lleva subtítulo en la recámara:
La Fortuna del Bribón
«A los reyes y al pichón: perdigón»
Millones de moscas y corruptos no se equivocan: la mierda es buena, majestad, estad tranquilo; y si nos contagió su Corinnavirus, así explicaremos mejor que todo este país le haya imitado.