El negro es rey

Ya sabíamos que hay un rey negro, sobre todo los críos a los que despierta Baltasar una vieja simpatía entre cándida y temible, pues un negro siempre es un negro en un mar de blancos con fantasmas racistas aguzándoles los miedos (vedlo aún hoy: con un negro no hay problema de cumplir a rajatabla la distancia social, incluso multiplicarla por kilómetros). Pero hete aquí que llega otro rey pintado de oscuro, el  Black is king . Lo firna Beyoncé, enriquecidísima cantanta bailonga que sacó cacho empoderándose (decía) como mujer y ahora se empodera como negra subiéndose al carro del grito oficial de la calle americana sublevada, el  black lives matter  (las vidas negras importan) que exige vivir, igualar, revisar la memoria tuerta y segar las estatuas del agravio para abrir un horizonte menos insolente, aunque si el pedestal se desaloja, lo más seguro es que la víctima quiera ocuparlo sin querer ver que lo único que hay que abatir de una puta vez son los pedestales... así que vuelve a mandar el  pibe, quitáte tú pa ponéme sho , esa noria que gobierna la historia y la pasión humana.

Y ya tiene el negro lema y dogma:  El negro es rey ... ¿rey?, ¿eso que siempre pide rodilla o reverencia?... les avisa Sócrates: pasar de esclavo o bulto a rey en tan corto tiempo o en un pispás de agitación digital ha de excitar un subidón de mucho considerar, pues  del rey arriba, ninguno  (ni Dios, si es creyente) y  del rey abajo, todos ; así que no siendo negros o por ser blancos, ¿tendremos ahora que ser súbditos?; y si el problema era sufrir un rey, ¿a qué poner otro?, ¿es la igualdad que decís?, ¿a rey depuesto, rey impuesto? Ojo, alguien os dirá entoces, no sin razón, que os metáis esa corona por el culo, que de testas coronadas también está empedrado el camino del Infierno; y que siempre fue un rey quien más codició poder absoluto y tesoro nacional. Buscad otro traje a ese poder con el que queréis empoderaros porque, si no, el desempoderador que os desempodere buen desempoderador será retornándoos a casillas de salida. La vida no es un sueño, es un juego... mortal a menudo.