Moción, moción
Las mociones no pasan de Puente Villarente, emplazamiento uno y trino, para quien no conozca los intríngulis del ordenanamiento municipal de León, que no es materia para becarios y pasantes, o secretarios del sector Pedrete en la Sobarriba Baja. Ahí atolló el medio centenar de propuestas colegiadas, o más, que en las últimas dos décadas han salido de las instituciones leonesas para (abro comillas) instar, conminar, exhortar, solicitar, rogar, suplicar, reclamar, pedir, mendigar (fin de la cita) que una administración superior desistiera en una empresa que, casi siempre, tuvo entre ceja y ceja darle un bocado -bollo de monja, carga de trigo- a la delirante situación económica y social de la provincia leonesa. En la web del ministerio de energías y justicia social deberían de tener una celdilla exclusiva dedicada a las encomiendas que los políticos leoneses le han dedicado al entierro de la minería. En el análisis sintáctico de las prerrogativas, se podrá apreciar la pérdida de contundencia del mensaje que envuelve estos apremios; por el resultado de la operación, bien parecería que, más que intimidar, lo que lograron fue incentivar el propósito de sus fines. Da igual la materia que se trate; pero se toma como modelo la de la urgencia de la minería extractiva, ya que estamos, que se extiende como una mancha de aceite por las vergüenzas de la política leonesa desde Felipe. Se puede concluir que, a base de mociones, al fin han logrado su liquidación, de tanto empeño que han puesto en decir al ministro-ministra de turno que no joda más a esta tierra, y el resultado final. Ah. En la parte dispositiva deberían de haber añadido los hechos comparados; para saber por qué se cierran minas en León y se abren centrales térmicas en Japón o en Alemania. Así se ahorra una moción escoba, para que la transición ecológica (que, en esencia, trata de promover la venta de vehículos de tracción eléctrica, o híbridos, que quintuplican en coste la renta per cápita de León, en caída libre y sin frenos después de este abrazo fraternal de los gobiernos que lo hunden) no tenga que dar cuenta de cómo va a hacer justicia a la pérdida de empleos, de negocios, al cierre de escuelas, a la emigración y vaciado de gente. La lectura positiva es que la moción puede pasar de Puente Villarente; hasta Mansilla (la Mayor), no más, diputado López mediante.