Editorial | La ejecución inversora de Adif revela el inadmisible abandono de la provincia

Al vaciado de contenido para Torneros, un proyecto llamado a convertirse en elemento dinamizador del desarrollo industrial, logístico y ferroviario de la provincia y al que Renfe acaba de asestar una puñalada mortal al renunciar a su actividades e inversiones allí —traslado de los históricos talleres, apertura de un área de mantenimiento de infraestructuras y construcción de una terminal de carga—, se suman ahora los demoledores datos de ejecución de la inversión prevista para la provincia por Adif.

Lo ilustran claramente un par de cifras: de los 6,9 millones de euros consignados en los Presupuestos Generales del Estado sólo se ejecutaron 2,7. Hay otra referencia más clara: cero euros de gasto sobre cinco millones previstos para la renovación integral de la histórica rampa del Pajares, que debe mantenerse como alternativa para el transporte de mercancías. Y otra aún peor: a la adecuación de Feve sólo se destinaron 6.000 euros de 1,7 millones consignados.

Aún tratando de evitar caer en el agravio comparativo, tampoco puede obviarse que mientras el nivel de ejecución presupuestaria en la provincia ni siquiera llega al 40%, sí alcanza el 82% en el conjunto de la comunidad autónoma.

Es evidente que, sumado todo a lo que viene arrastrado —retraso en integración urbana de la alta velocidad y prolongación al norte a través de la Variante de Pajares y el patético abandono de Feve—, es un situación inadmisible sobre la que la sociedad leonesa, a la vista de la inacción política y el silencio conformista de quienes deberían ser reivindicativos, tiene que alzar la voz. Y es también evidente que la Mesa por el Futuro de León tiene que afrontar un trabajo ingente que si no resuelve con diligencia y máxima exigencia lo que de verdad no tiene futuro es León.