La salud como prioridad y oportunidad para el desarrollo económico y laboral
El penoso paso del covid-19 por nuestra sociedad y nuestras vidas dejará una dolorosa e injusta relación de víctimas mortales y secuelas muy importantes en las que, sin llegar a serlo, lo padecieron en muchos aspectos más allá del puramente sanitario. Permanece la fatiga social por el padecimiento y el recorte de las libertades y un ofensivo e inútil debate político sobre lo que se hizo o dejó de hacer. Pero sobre todo nos deja una idea clara sobre la necesidad de reforzar y activar las estructuras de la salud pública ante la previsible aparición de nuevas crisis desde la base de la experiencia y las consecuencias de la pandemia. De repensar y reorganizar el sistema sanitario para afrontar con éxito futuras situaciones similares. En ese sentido, la investigación biomédica y la innovación en salud deben ser objetivo prioritario por encima de cualquier otro. No reconocer ahora el valor nunca cuantificable de la asistencia sanitaria y reforzar la investigación y la innovación con soluciones de prevención, diagnóstico y tratamiento sería una auténtica condena social.
Llevada la cuestión al terreno de lo práctico, es sabido que en León se asienta el tercer polo biotecnológico y farmacéutico más importante del país. Syva, Biomar, Insud Pharma, ADL, Ovejero, Mabxience, Cellus, León Research, Amri, la ULE, el Hospital y Atención Primaria configuran un entramado llamado a crecer y desarrollarse. Sirva de base para la reflexión que sólo las seis grandes biotecnológicas facturan 182 millones de euros al año y emplean a 1.600 personas, el doble que hace sólo un decenio.
El Clúster de Salud de Castilla y León (Biotecyl), ve posibilidades que no sólo permitirían a León y a la comunidad autónoma convertirse en referencia, sino garantizar la independencia de proveedores de salud y generar riqueza y empleo a partir de sus reconocibles fortalezas en ensayos clínicos y sanidad animal y humana. Pero para que los proyectos innovadores salgan adelante e impulsen el desarrollo económico de la provincia es necesario multiplicar las implicaciones administrativas y sociales y que se establezcan sinergias entre los ámbitos público y privado. La salud y la investigación y la ciencia que deben garantizarla abren horizontes sobre los que definir lo realmente importante para las personas. En todos los sentidos.