¡Bienvenido, yayo!
La suya es una historia realmente conmovedora. Salió por su propio pie tras dos meses y medio de permanencia en la uci y un largo periodo de rehabilitación hasta llegar a los 148 días sin reencontrarse con su familia al completo. Las esperanzas no decayeron incluso después de las tres ocasiones que todo parecía finalizar con el peor final posible para Bernardo Hernández, quien ahora disfruta de su «segundo nacimiento» tras superar la «odisea» del covid-19.
La pancarta reza «bienvenido yayo, eres nuestro héroe, te queremos mucho» y tras ella están Álex, David, Sandra, Diego, Paula y Vega, nietos y principal razón de Bernardo para luchar cada segundo por superar el mazazo que le ha provocado el virus, que le ha hecho perder hasta 30 kilos y tener que aprender a andar de nuevo a sus 70 años. Es una historia que ha ocurrido en Valladolid, pero que sin duda sigue el mismo guión que la de otras muchas de personas que se asomaron al precipicio pero que al final consiguieron dar un paso atrás por la fuerza que transmite la familia y el orgullo propio en la peor situación posible.