Diario de León

Creado:

Actualizado:

Cosas como la que me gusta contar de aquella biblioteca de bóveda gótica de los dominicos en su convento de Salamanca en la que había una librería de robusta madera llena de libros presos por verse incluidos en el  Índice  de obras prohibidas por la Iglesia, librería con puertas enrejadas y cerrojo al canto, vade retro curiosones... cosas así, digo, y otras grandes cosas de la historia de los libros y de la compleja vida humana pueblan una obra excepcional, « El infinito en un junco », de Irene Vallejo, al que Vargas Llosa llama obra maestra, lo que en boca de un Nobel es como reconocer a un igual; y bien pudiera ganar este premio algún día esta  joven sabia  (a sus 41 le caben ya en la cabeza unas cuantas bibliotecas) por sobrado mérito propio y sin necesitar ese plus por mujer que inyecta presencia femenina en estos premios de suyo tan varones... y porque su obra, especialmente este último libro, es universal y la lee con igual placer y provecho un estudiante coreano que un austriaco de bigote doctoral.

Literariamente tiene algo de  monja archivera  porque es un libro de intensidad historicista y tiene lo suyo de  diabla cojuela  que levanta los tejados para fisgar las tripas de la casa y los secretos de la gente... monja y diabla, pero « escribe como los ángeles », dice Landero de ella... qué manera tan sencilla, poética, seria y contemporánea de contar e iluminar la aridez de los librotes... y si, como dicen,  todo libro es un resumen de otros libros , los que aquí van colmando la enorme librería de Irene Vallejo le proporcionan la panorámica más fascinante y colorista que haya leído nunca sobre el mundo clásico, aquella Grecia y Roma que pusieron a navegar los saberes en papiros como quien dice «queda inaugurado el futuro»... y lo narra desde un lenguaje rico, comprensivo y contextualizado que nos hace gozar de la Historia encontrando ahí algún porqué de este hoy. Es, en fin, un libro libre y es mirada de mujer. Perdurará. Dígalo Maruja Torres:  Amistades lectoras, corred a leer  El Infinito en un junco .

tracking