Ojal de mujer
Por lo mismo que se dice «letra de mujer», cabe hablarse de «botón de mujer», pues si hay un universo en el que se levanta una antigua muralla de géneros es el de los botones. ¿Acaso no se distinguen de lejos los de señora y caballero, señorita/señorito, pollita/pollito?... aunque en los de niña/niño ya no es necesario andarse con tanta diferencia. Sin embargo, también es verdad que últimamente la globalidad de la extravagancia y lo chispeante caminan por la selva casi virgen del botón sin género definido, como si lo masculino cediera un algo a coqueterías antes femeninas. ¡Al fin!, bienvenida la igualación, sonriamos todas al verlos así... sobran modas, lo más vulgar se hace chic en un clic, todo vale tanto si es lindo-chachi-piruli como si escandaliza, ¡mejor!, vengan brillos, tintes eléctricos, bisuta cencerra, fosforitos, licra rota, taconazo, pulseronas, arracadas y bolsos cien, zapatos mil, del louboutin a la alpargata bydesign esperando el día en que la babucha hindú con krisnas de oro destrone a la odiosa y veloz zapatilla purpurina-sport, sin contar la mucha ropa deportiva que hoy gana horizontes y en la que, ya ve usted, andan los botones desterrados, invento superé, porque ahora el velcro es el rey del amarre, los cordones del apriete y las cremalleras de... la jodía avería, ideales para pillarse la pelambre, el escroto o los labios por entrar a oler.
Pero además de galaxias de botón femenino y solo algún planeta de masculino, la fractura se ahonda porque hay ojales de mujer y de hombre. Desde hace dos siglos el ojal en ropa femenina es al revés, a la derecha, y lo insólito es que en gran medida siga la cosa así. Parece que la razón es que en el siglo XVIII empezó el vestido femenino a llevar tanto botón, que fue necesario ayuda para vestirse y eran sirvientas las que abotonaban, así que se les facilitaba la tarea si el botón iba a la izquierda. Sin tantos ojales como antes, la ropa de hoy sigue pidiendo botón, ¿y mantener esa frontera tan ridícula?, ¿gusta tanto lo distinto/contrario?, ¿y esta sexualización del botón y ojal de mujer?... ¿algo que decir mi feminista?...