La Mesa por León debe activarse sumando el esfuerzo de todos

La próxima reunión de la Mesa por León tendrá lugar en Villablino, probablemente el epicentro de la tragedia poblacional y económica que ha generado el final de la minería en la provincia. Ningún sitio sirve mejor para poner en claro la ruina que ha supuesto una pésima gestión de la ingente riqueza que existía en el carbón, de los programas de reconversión que jamás fueron tales, y de unos planes de inversiones marcados por las promesas que nunca terminan por hacer realidad, como puede ejemplificarse con la ansiada ampliación de la estación de Leitariegos-Valle de Laciana, que debería ser uno de los motores para toda esta zona.

Han pasado muchos meses desde la primera reunión de la Mesa por León, que se vio ‘confinada’ sin que nunca se hayan explicado las razones. Mientras en todo tipo de foros, instituciones, asociaciones o empresas se apostaba por las fórmulas de trabajo online, la nueva plataforma se hundió en un letargo del que sólo se sabe que se ha aprovechado en la Diputación para hacer estudios preparatorios y que se ha buscado en Humildad Rodríguez un liderazgo que, sin duda, será muy importante.

El pasado de la provincia, y de tantos proyectos y promesas que nunca sirvieron para generar alternativas, es lógico que anime la incredulidad. Pero la receta del pesimismo y de la inacción acompañada por la queja nunca han servido para nada. Hace falta un ejercicio de responsabilidad, de rigor, de generosidad, de altura de miras y de despolitización. Existe margen para hacer cosas. Pero sólo si todos quieren.

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