La alerta tardía penalizó a las residencias

El informe sobre la situación vivida en las residencias de personas mayores de Castilla y León incide una vez más en la reacción tardía que se planteó frente a una pandemia que se veía venir. Como en tantos frentes, en este que ha sido singularmente trágico por el elevado número de víctimas mortales, se comprueba que el cierre decretado a mediados de marzo llegó cuando el coronavirus ya estaba dentro de este tipo de centros. Durante los últimos meses han sido abundantes las críticas hacia este tipo de establecimientos y el informe pone de manifiesto, entre otros detalles, que la gestión de los privados ha sido mejor que la de los públicos, con unos niveles menores de afectados. En todo caso, la sociedad tiene pendiente un reconocimiento explícito al personal de estos centros que sigue jugándose cada día su salud.